domingo, 25 de abril de 2010

Los ojos del Cosmos.


Desde los tiempos más remotos de la historia, hemos sentido la curiosidad por observar el cielo como algo que nos es innato. Desde siempre ha existido un impulso casi mágico para mirar a la profundidad del cielo estrellado. Esa curiosidad de observación se debe a que somos conscientes que existe una relación entre el Cosmos y nosotros, creando un vínculo indestructible que nos hace pensar en lo que fuimos, en lo que somos y en lo que seremos.
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La observación del cielo nos ha cambiado nuestra forma de pensar a lo largo de nuestra historia, hecho que se demuestra en que hemos añadido a nuestro esquema conceptos que, una vez demostrados, hemos incorporado a nuestro saber. Uno de estos hechos históricos ha sido el desechar la teoría geocéntrica, que establecía que la Tierra era el centro del Universo, para establecer, finalmente, que es la Tierra quien orbita alrededor del Sol, es decir, la teoría heliocéntrica. Estas teorías están centradas en los diferentes contextos históricos del conocimiento humano pero, como seres humanos que somos, tenemos ese afán de curiosear para adquirir más saber y comprensión de todo lo que nos rodea. Y siempre será así, porque hoy sabemos que en la inmensidad del Universo sólo somos un pequeño punto “insignificante” sumergido en un sistema planetario y que, precisamente, no es el centro del Universo.
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La Ciencia avanza con el transcurrir del tiempo, pero para ello, es imprescindible establecer las pautas del legado del científico y astrónomo Galileo Galilei (1.564-1.642): el método científico. Este método, utilizado como estándar de la investigación, nos ha permitido elaborar teorías científicas que nos han permitido avanzar en todos los campos, desde la Medicina hasta el propio hogar. Lo del avance en la Medicina es algo que ya sabemos, pero el avance en el hogar… Te pondré un ejemplo del avance científico y tecnológico en el hogar: la sartén. ¿Quieres otros ejemplos? Los pañales de los bebés, el velcro de las playeras, las ecografías...
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Pero aparte del método científico hace falta algo más. Hacen falta herramientas que contribuyan al avance de la investigación y poder obtener información fiable para ser contrastada. Una de esas herramientas, que podemos encontrar por un módico precio en los centros comerciales, es el telescopio. Como sabes, el telescopio es un instrumento que permite agrandar la imagen de un objeto que está lejos. Es la principal herramienta de un astrónomo, pues le permite observar objetos que, a simple vista, son simples puntos luminosos. Con la invención del telescopio en el siglo XVII se pudieron observar muchas cosas del Sistema Solar. Así, Galileo Galilei descubrió cuatro lunas de Júpiter y realizó estudios del Sol y de la Luna.
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Unos cuantos siglos después, y ya en la época actual, los telescopios se perfeccionaron y se hicieron más potentes que aquel primitivo telescopio que usó Galileo. Pero estos telescopios presentan un problema: la imagen captada se distorsiona por la presencia de la atmósfera y deben ser situados en lugares altos y lejos de la contaminación lumínica para realizar buenas observaciones. Con todo, las observaciones realizadas nos han abierto un magnífico camino para estudiar el Cosmos. Pero los seres humanos siempre queremos más y no nos parece suficiente disponer de telescopios en la Tierra.
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En 1.990 se pone en órbita alrededor de la Tierra el Telescopio Espacial Hubble, los ojos del Cosmos, un ambicioso proyecto de la NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, y la ESA, la Agencia Espacial Europea. Entre el júbilo y la decepción se consiguieron imágenes fantásticas del Universo. Pero la lente de este telescopio tenía un error y las imágenes que captaba se veían borrosas. El telescopio tenía miopía y, por tanto, debía ser arreglado y, de paso, introducir nueva tecnología. Y así se hizo. Después de la reparación y de añadir la última tecnología, las imágenes fueron más espectaculares y con más nitidez. Se abría así otro camino para observar el Cosmos y conocerlo más y mejor.
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Con el telescopio Hubble, que lleva ya 20 años en el espacio, hemos visto cosas que jamás ningún ser humano ha visto. El espacio profundo que ha captado con su lente nos vuelve a poner los pies en el suelo para recordarnos que el lugar tan maravilloso que habitamos, la Tierra, es algo que pasa desapercibido ante la profundidad del gran océano cósmico al que pertenecemos. Aún así, reconociendo y aceptando la pequeñez que representamos, seguiremos con nuestro particular vínculo ancestral con el Cosmos, una relación de la que jamás podremos desligarnos porque, al fin y al cabo, pertenecemos a él, somos muy curiosos y queremos saber más.
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Para concluir, te dejo un vídeo explicativo sobre el vigésimo aniversario de la estancia espacial del Hubble. Observa la emoción que siente el astrónomo. A mí me ocurre exactamente lo mismo…
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YO SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA.
Sócrates (470 aC-399 aC)
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EN PRIMER LUGAR ACABEMOS
CON SÓCRATES, PORQUE YA ESTOY
HARTO DE ESTE INVENTO DE QUE
NO SABER NADA
ES UN SIGNO DE SABIDURÍA.
Isaac Asimov (1.920 - 1.992)

4 comentarios:

Federico. dijo...

La materia, en un proceso de millones de años, se ha transformado en conciencia. La conciencia, es decir, nosotros, estamos desentrañando, poco a poco y con paso firme, a la materia. Llegará el día, todavía muy lejano, en que las próximas generaciones busquen un nuevo planeta para vivir... Pero eso ocurrirá dentro de unos millones de años. Así y todo, estas generaciones futuras seguirán descubriendo cosas nuevas que nosotros todavía desconocemos. Así somos: una especie animal muy curiosa y que se plantea siempre nuevos retos.

Scherezade dijo...

profe que curioso, pero eso tambien lo dirian cuando ustedes eran jovenes y todavia vivimos aqui, eso no se puede demostrar lo que valla a pasar dentro de muchos años

Federico dijo...

¡Hola, Scherezade! ¡Qué alegría "verte" por aquí! Efectivamente, como tú dices, cuando era más joven (oye, que todavía lo soy...) tener un ordenador en casa era impensable. Pero te diré que, y esto es cierto, que algún día, los humanos tendremos que emigrar a otro lugar. Fíjate bien en el vídeo y en el comentario del astrónomo cuando muestra la foto del final de una estrella. A nuestro Sol le pasará lo mismo. Y eso es inevitable, pero tranquila, porque eso ocurrirá dentro de millones de años. Otra cosa: también tendremos que concienciarnos de cuidar a este planeta porque le estamos haciendo mucho daño.
Gracias, Scherezade. Por cierto, me alegró mucho verte en el instituto. Un saludo.

Scherezade "señorita nieves(L)Siiempree" dijo...

A vale ya lo vi a mi tambien me alegro verte profeee tantoo tiempooooo!! tambien de ver a los compis lo que me hubiese gustado que fuese nieves ya que algunos de los que eramos sus alumnos estamos ayi pero otra ves sera .. profe y la proxima ves no des ideas como la del containe jaja Veo que sigues siendo tan gracioso como siempre pero no me ha pasado nada jaja te quedastes con las ganas!!! jaja Saludos y Señorita valla un dia a vernosss:P