jueves, 12 de noviembre de 2009

¡Silencio!

Érase una vez una niña que se sentía furiosa. Estaba tan enfadada que no podía hablar con un tono de voz normal. ¡Sólo gritaba!
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- ¡No quiero cenar! – y apartó el plato con la mano.

- Muy bien, eso significa que no tienes hambre – dijo su madre -. De todos modos, ya casi es la hora del baño.


- ¡No quiero quitarme la ropa! – gritó la niña mientras pataleaba.


- Muy bien, ya te la quito yo – repuso la madre -. La bañera casi está.




- ¡No quiero bañarme! – vociferó la pequeña, que se escondió detrás de la toalla.


- Muy bien, pues te meteré yo en el agua – dijo su madre - . Ya deberías estar en la cama.



- ¡No quiero irme a la cama! – chilló la niña, que volvió a sentarse.


- Muy bien, entonces tendré que llevarte yo como si fueses un bebé. Ya debería estar dormida.


- ¡No quiero dormir! – exclamó la niña, con cara de muy pocos amigos.



- ¡Y yo no quiero escuchar ni un grito más! – chilló la madre.




- Pues estás gritando – se asustó la pequeña.



- ¡Es verdad! – la madre sonrió -. ¡Lo siento!


Y la niña, sonriendo, dijo:

- Yo también lo siento.


Y se acabaron los gritos. Ya sólo se oía un suave ronquido de la niña, dormida.
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................................................Nicola Baxter.
................................................Pauline Siewert (dibujos).

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